Acerca de CSR Hemos creado esta página para crear consciencia de lo molesto que puede resultar comer en algún lugar, cuando los niveles de ruido sobrepasan lo razonable. Se entiende que un lugar adecuado es aquel en que el nivel de ruido no sobrepase los 60 decibeles. El año 2019, la conocida guía internacional de restaurantes Zagat realizó una encuesta en la que preguntó “¿qué es lo que realmente molesta a las personas a la hora de salir a cenar?” La primera variable en importancia para los clientes resultó ser el ruido: casi la cuarta parte de los encuestados, el 24 %, así lo confirmaron. El ruido en los restaurantes puede llegar a ser una tortura y transformar una experiencia culinaria de exitosa a un desastre. El mayor problema es que los propios administradores de los locales, muchas no son conscientes de lo molesto que puede llegar a ser estar en un lugar donde no se puede conversar, salvo que sea a gritos. Es más, muchas veces, sin mala intención pero con pésimos resultados, consideran indispensable colocar música, sin darse cuenta que el volumen o el tipo de música no resulta agradable a los comensales. Muchas veces vamos a un lugar a sabiendas que habrá música, algún cantante o instrumentista y está bien. El problema es cuando nos encontramos, de sorpresa, con música que no hemos pedido ni esperábamos. En Europa es un tema que ya fue asumido por los dueños de los locales y es una tendencia. Obviamente, no se le puede pedir a un pub, discoteque o locales de espectáculos y bailables, que adopten esta iniciativa pero podemos hacer causa común para impulsar acciones concretas en aquellos lugares a los que uno concurre para disfrutar una buena comida junto con una agradable conversación. Lo que busca el cliente, ante todo, es calidad. Y este concepto va más allá del producto o del servicio. Si no puede mantener una conversación con sus acompañantes, la calidad se deteriora. La tranquilidad se está convirtiendo en uno de los elementos que pueden llegar a diferenciar un restaurante de otro. La preocupación por el personal también es importante, a la hora de adecuar un salón para disminuir el ruido. Una persona sometida en forma permanente a ruidos altos, terminará con distintos tipos de afecciones, desde nerviosas, estrés, irritabilidad, hasta daño acústico temporal o permanente. El exceso de ruido puede resultar molesto a dañino no solo para personas con problemas de audición si no que también para personas con audición normal. Nuestra intención es instar a los dueños de restaurantes, a instalar soluciones que absorban el ruido y disminuyan el eco o reverberación. No son grandes inversiones y en nuestros informes de visitas, a distintos lugares, iremos destacando aquellos locales que ya han adoptado algunos sistemas para reducir el ruido. No es difícil ni caro, solo es necesario poner el acento en el confort de clientes y trabajadores. Por ejemplo, el ruido de la calle se puede reducir con una doble puerta en la entrada o cortinas en los ventanales. Interiormente, paneles absorbentes en paredes y cielo. Fieltro en las patas de sillas y mesas, etc. La zona de preparación de alimentos y bebidas también debe aislarse, de manera que los clientes no tengan que soportar el ruido de cuchillería y platos chocando contra mesones o el ruido infernal de la licuadora, permanente cuando se prepara un trago tras otro. Nuestro equipo de clientes incognitos serán los encargados de destacar los lugares con mejor o peor acústica, para que todos podamos tener una guía objetiva, al momento de elegir las opciones más adecuadas entre buena comida y sin ruido. Los invitamos a registrarse y enviarnos sus colaboraciones y sugerencias, para ayudarnos a mejorar esta página. Buscamos y te recomendamos los mejores lugares sin ruido, por supuesto con buena cocina. También te iremos informando de los lugares más ruidosos, para que sepas de antemano a que te expones. La OMS considera que los niveles de exposición al sonido de una persona no deben nunca superar los 70 decibeles, ya que el oído humano puede tolerar y asimilar ese nivel de sonido sin ser dañado de manera temporal o permanente, pero cualquier sonido por arriba de ese volumen sonoro es peligroso y posiblemente genere algún tipo de lesión a la persona, especialmente si es expuesta al sonido de manera constante. El nivel de ruido recomendado por la OMS para garantizar una buena salud y bienestar es de 60 dB. Si la exposición es superior a sobre 85 dB, ya hay riesgo de pérdida auditiva crónica. Mientras que si la exposición se repite en el tiempo y por encima de 100 dB, hay riesgo de pérdida inmediata. Volver
Escríbenos! Email hola@comersinruido.com

diseñado by lcg design  - todos los derechos reservados 2023

Acerca de CSR Hemos creado esta página para crear consciencia de lo molesto que puede resultar comer en algún lugar, cuando los niveles de ruido sobrepasan lo razonable. Se entiende que un lugar adecuado es aquel en que el nivel de ruido no sobrepase los 60 decibeles. El año 2019, la conocida guía internacional de restaurantes Zagat realizó una encuesta en la que preguntó “¿qué es lo que realmente molesta a las personas a la hora de salir a cenar?” La primera variable en importancia para los clientes resultó ser el ruido: casi la cuarta parte de los encuestados, el 24 %, así lo confirmaron. El ruido en los restaurantes puede llegar a ser una tortura y transformar una experiencia culinaria de exitosa a un desastre. El mayor problema es que los propios administradores de los locales, muchas no son conscientes de lo molesto que puede llegar a ser estar en un lugar donde no se puede conversar, salvo que sea a gritos. Es más, muchas veces, sin mala intención pero con pésimos resultados, consideran indispensable colocar música, sin darse cuenta que el volumen o el tipo de música no resulta agradable a los comensales. Muchas veces vamos a un lugar a sabiendas que habrá música, algún cantante o instrumentista y está bien. El problema es cuando nos encontramos, de sorpresa, con música que no hemos pedido ni esperábamos. En Europa es un tema que ya fue asumido por los dueños de los locales y es una tendencia. Obviamente, no se le puede pedir a un pub, discoteque o locales de espectáculos y bailables, que adopten esta iniciativa pero podemos hacer causa común para impulsar acciones concretas en aquellos lugares a los que uno concurre para disfrutar una buena comida junto con una agradable conversación. Lo que busca el cliente, ante todo, es calidad. Y este concepto va más allá del producto o del servicio. Si no puede mantener una conversación con sus acompañantes, la calidad se deteriora. La tranquilidad se está convirtiendo en uno de los elementos que pueden llegar a diferenciar un restaurante de otro. La preocupación por el personal también es importante, a la hora de adecuar un salón para disminuir el ruido. Una persona sometida en forma permanente a ruidos altos, terminará con distintos tipos de afecciones, desde nerviosas, estrés, irritabilidad, hasta daño acústico temporal o permanente. El exceso de ruido puede resultar molesto a dañino no solo para personas con problemas de audición si no que también para personas con audición normal. Nuestra intención es instar a los dueños de restaurantes, a instalar soluciones que absorban el ruido y disminuyan el eco o reverberación. No son grandes inversiones y en nuestros informes de visitas, a distintos lugares, iremos destacando aquellos locales que ya han adoptado algunos sistemas para reducir el ruido. No es difícil ni caro, solo es necesario poner el acento en el confort de clientes y trabajadores. Por ejemplo, el ruido de la calle se puede reducir con una doble puerta en la entrada o cortinas en los ventanales. Interiormente, paneles absorbentes en paredes y cielo. Fieltro en las patas de sillas y mesas, etc. La zona de preparación de alimentos y bebidas también debe aislarse, de manera que los clientes no tengan que soportar el ruido de cuchillería y platos chocando contra mesones o el ruido infernal de la licuadora, permanente cuando se prepara un trago tras otro. Nuestro equipo de clientes incognitos serán los encargados de destacar los lugares con mejor o peor acústica, para que todos podamos tener una guía objetiva, al momento de elegir las opciones más adecuadas entre buena comida y sin ruido. Los invitamos a registrarse y enviarnos sus colaboraciones y sugerencias, para ayudarnos a mejorar esta página. Buscamos y te recomendamos los mejores lugares sin ruido, por supuesto con buena cocina. También te iremos informando de los lugares más ruidosos, para que sepas de antemano a que te expones. La OMS considera que los niveles de exposición al sonido de una persona no deben nunca superar los 70 decibeles, ya que el oído humano puede tolerar y asimilar ese nivel de sonido sin ser dañado de manera temporal o permanente, pero cualquier sonido por arriba de ese volumen sonoro es peligroso y posiblemente genere algún tipo de lesión a la persona, especialmente si es expuesta al sonido de manera constante. El nivel de ruido recomendado por la OMS para garantizar una buena salud y bienestar es de 60 dB. Si la exposición es superior a sobre 85 dB, ya hay riesgo de pérdida auditiva crónica. Mientras que si la exposición se repite en el tiempo y por encima de 100 dB, hay riesgo de pérdida inmediata.
Escríbenos! Email hola@comersinruido.com
Acerca de CSR Hemos creado esta página para crear consciencia de lo molesto que puede resultar comer en algún lugar, cuando los niveles de ruido sobrepasan lo razonable. Se entiende que un lugar adecuado es aquel en que el nivel de ruido no sobrepase los 60 decibeles. El año 2019, la conocida guía internacional de restaurantes Zagat realizó una encuesta en la que preguntó “¿qué es lo que realmente molesta a las personas a la hora de salir a cenar?” La primera variable en importancia para los clientes resultó ser el ruido: casi la cuarta parte de los encuestados, el 24 %, así lo confirmaron. El ruido en los restaurantes puede llegar a ser una tortura y transformar una experiencia culinaria de exitosa a un desastre. El mayor problema es que los propios administradores de los locales, muchas no son conscientes de lo molesto que puede llegar a ser estar en un lugar donde no se puede conversar, salvo que sea a gritos. Es más, muchas veces, sin mala intención pero con pésimos resultados, consideran indispensable colocar música, sin darse cuenta que el volumen o el tipo de música no resulta agradable a los comensales. Muchas veces vamos a un lugar a sabiendas que habrá música, algún cantante o instrumentista y está bien. El problema es cuando nos encontramos, de sorpresa, con música que no hemos pedido ni esperábamos. En Europa es un tema que ya fue asumido por los dueños de los locales y es una tendencia. Obviamente, no se le puede pedir a un pub, discoteque o locales de espectáculos y bailables, que adopten esta iniciativa pero podemos hacer causa común para impulsar acciones concretas en aquellos lugares a los que uno concurre para disfrutar una buena comida junto con una agradable conversación. Lo que busca el cliente, ante todo, es calidad. Y este concepto va más allá del producto o del servicio. Si no puede mantener una conversación con sus acompañantes, la calidad se deteriora. La tranquilidad se está convirtiendo en uno de los elementos que pueden llegar a diferenciar un restaurante de otro. La preocupación por el personal también es importante, a la hora de adecuar un salón para disminuir el ruido. Una persona sometida en forma permanente a ruidos altos, terminará con distintos tipos de afecciones, desde nerviosas, estrés, irritabilidad, hasta daño acústico temporal o permanente. El exceso de ruido puede resultar molesto a dañino no solo para personas con problemas de audición si no que también para personas con audición normal. Nuestra intención es instar a los dueños de restaurantes, a instalar soluciones que absorban el ruido y disminuyan el eco o reverberación. No son grandes inversiones y en nuestros informes de visitas, a distintos lugares, iremos destacando aquellos locales que ya han adoptado algunos sistemas para reducir el ruido. No es difícil ni caro, solo es necesario poner el acento en el confort de clientes y trabajadores. Por ejemplo, el ruido de la calle se puede reducir con una doble puerta en la entrada o cortinas en los ventanales. Interiormente, paneles absorbentes en paredes y cielo. Fieltro en las patas de sillas y mesas, etc. La zona de preparación de alimentos y bebidas también debe aislarse, de manera que los clientes no tengan que soportar el ruido de cuchillería y platos chocando contra mesones o el ruido infernal de la licuadora, permanente cuando se prepara un trago tras otro. Nuestro equipo de clientes incognitos serán los encargados de destacar los lugares con mejor o peor acústica, para que todos podamos tener una guía objetiva, al momento de elegir las opciones más adecuadas entre buena comida y sin ruido. Los invitamos a registrarse y enviarnos sus colaboraciones y sugerencias, para ayudarnos a mejorar esta página. Buscamos y te recomendamos los mejores lugares sin ruido, por supuesto con buena cocina. También te iremos informando de los lugares más ruidosos, para que sepas de antemano a que te expones. La OMS considera que los niveles de exposición al sonido de una persona no deben nunca superar los 70 decibeles, ya que el oído humano puede tolerar y asimilar ese nivel de sonido sin ser dañado de manera temporal o permanente, pero cualquier sonido por arriba de ese volumen sonoro es peligroso y posiblemente genere algún tipo de lesión a la persona, especialmente si es expuesta al sonido de manera constante. El nivel de ruido recomendado por la OMS para garantizar una buena salud y bienestar es de 60 dB. Si la exposición es superior a sobre 85 dB, ya hay riesgo de pérdida auditiva crónica. Mientras que si la exposición se repite en el tiempo y por encima de 100 dB, hay riesgo de pérdida inmediata.
Escríbenos! Email hola@comersinruido.com
Acerca de CSR Hemos creado esta página para crear consciencia de lo molesto que puede resultar comer en algún lugar, cuando los niveles de ruido sobrepasan lo razonable. Se entiende que un lugar adecuado es aquel en que el nivel de ruido no sobrepase los 60 decibeles. El año 2019, la conocida guía internacional de restaurantes Zagat realizó una encuesta en la que preguntó “¿qué es lo que realmente molesta a las personas a la hora de salir a cenar?” La primera variable en importancia para los clientes resultó ser el ruido: casi la cuarta parte de los encuestados, el 24 %, así lo confirmaron. El ruido en los restaurantes puede llegar a ser una tortura y transformar una experiencia culinaria de exitosa a un desastre. El mayor problema es que los propios administradores de los locales, muchas no son conscientes de lo molesto que puede llegar a ser estar en un lugar donde no se puede conversar, salvo que sea a gritos. Es más, muchas veces, sin mala intención pero con pésimos resultados, consideran indispensable colocar música, sin darse cuenta que el volumen o el tipo de música no resulta agradable a los comensales. Muchas veces vamos a un lugar a sabiendas que habrá música, algún cantante o instrumentista y está bien. El problema es cuando nos encontramos, de sorpresa, con música que no hemos pedido ni esperábamos. En Europa es un tema que ya fue asumido por los dueños de los locales y es una tendencia. Obviamente, no se le puede pedir a un pub, discoteque o locales de espectáculos y bailables, que adopten esta iniciativa pero podemos hacer causa común para impulsar acciones concretas en aquellos lugares a los que uno concurre para disfrutar una buena comida junto con una agradable conversación. Lo que busca el cliente, ante todo, es calidad. Y este concepto va más allá del producto o del servicio. Si no puede mantener una conversación con sus acompañantes, la calidad se deteriora. La tranquilidad se está convirtiendo en uno de los elementos que pueden llegar a diferenciar un restaurante de otro. La preocupación por el personal también es importante, a la hora de adecuar un salón para disminuir el ruido. Una persona sometida en forma permanente a ruidos altos, terminará con distintos tipos de afecciones, desde nerviosas, estrés, irritabilidad, hasta daño acústico temporal o permanente. El exceso de ruido puede resultar molesto a dañino no solo para personas con problemas de audición si no que también para personas con audición normal. Nuestra intención es instar a los dueños de restaurantes, a instalar soluciones que absorban el ruido y disminuyan el eco o reverberación. No son grandes inversiones y en nuestros informes de visitas, a distintos lugares, iremos destacando aquellos locales que ya han adoptado algunos sistemas para reducir el ruido. No es difícil ni caro, solo es necesario poner el acento en el confort de clientes y trabajadores. Por ejemplo, el ruido de la calle se puede reducir con una doble puerta en la entrada o cortinas en los ventanales. Interiormente, paneles absorbentes en paredes y cielo. Fieltro en las patas de sillas y mesas, etc. La zona de preparación de alimentos y bebidas también debe aislarse, de manera que los clientes no tengan que soportar el ruido de cuchillería y platos chocando contra mesones o el ruido infernal de la licuadora, permanente cuando se prepara un trago tras otro. Nuestro equipo de clientes incognitos serán los encargados de destacar los lugares con mejor o peor acústica, para que todos podamos tener una guía objetiva, al momento de elegir las opciones más adecuadas entre buena comida y sin ruido. Los invitamos a registrarse y enviarnos sus colaboraciones y sugerencias, para ayudarnos a mejorar esta página. Buscamos y te recomendamos los mejores lugares sin ruido, por supuesto con buena cocina. También te iremos informando de los lugares más ruidosos, para que sepas de antemano a que te expones. La OMS considera que los niveles de exposición al sonido de una persona no deben nunca superar los 70 decibeles, ya que el oído humano puede tolerar y asimilar ese nivel de sonido sin ser dañado de manera temporal o permanente, pero cualquier sonido por arriba de ese volumen sonoro es peligroso y posiblemente genere algún tipo de lesión a la persona, especialmente si es expuesta al sonido de manera constante. El nivel de ruido recomendado por la OMS para garantizar una buena salud y bienestar es de 60 dB. Si la exposición es superior a sobre 85 dB, ya hay riesgo de pérdida auditiva crónica. Mientras que si la exposición se repite en el tiempo y por encima de 100 dB, hay riesgo de pérdida inmediata.
Escríbenos! Email hola@comersinruido.com
Acerca de CSR Hemos creado esta página para crear consciencia de lo molesto que puede resultar comer en algún lugar, cuando los niveles de ruido sobrepasan lo razonable. Se entiende que un lugar adecuado es aquel en que el nivel de ruido no sobrepase los 60 decibeles. El año 2019, la conocida guía internacional de restaurantes Zagat realizó una encuesta en la que preguntó “¿qué es lo que realmente molesta a las personas a la hora de salir a cenar?” La primera variable en importancia para los clientes resultó ser el ruido: casi la cuarta parte de los encuestados, el 24 %, así lo confirmaron. El ruido en los restaurantes puede llegar a ser una tortura y transformar una experiencia culinaria de exitosa a un desastre. El mayor problema es que los propios administradores de los locales, muchas no son conscientes de lo molesto que puede llegar a ser estar en un lugar donde no se puede conversar, salvo que sea a gritos. Es más, muchas veces, sin mala intención pero con pésimos resultados, consideran indispensable colocar música, sin darse cuenta que el volumen o el tipo de música no resulta agradable a los comensales. Muchas veces vamos a un lugar a sabiendas que habrá música, algún cantante o instrumentista y está bien. El problema es cuando nos encontramos, de sorpresa, con música que no hemos pedido ni esperábamos. En Europa es un tema que ya fue asumido por los dueños de los locales y es una tendencia. Obviamente, no se le puede pedir a un pub, discoteque o locales de espectáculos y bailables, que adopten esta iniciativa pero podemos hacer causa común para impulsar acciones concretas en aquellos lugares a los que uno concurre para disfrutar una buena comida junto con una agradable conversación. Lo que busca el cliente, ante todo, es calidad. Y este concepto va más allá del producto o del servicio. Si no puede mantener una conversación con sus acompañantes, la calidad se deteriora. La tranquilidad se está convirtiendo en uno de los elementos que pueden llegar a diferenciar un restaurante de otro. La preocupación por el personal también es importante, a la hora de adecuar un salón para disminuir el ruido. Una persona sometida en forma permanente a ruidos altos, terminará con distintos tipos de afecciones, desde nerviosas, estrés, irritabilidad, hasta daño acústico temporal o permanente. El exceso de ruido puede resultar molesto a dañino no solo para personas con problemas de audición si no que también para personas con audición normal. Nuestra intención es instar a los dueños de restaurantes, a instalar soluciones que absorban el ruido y disminuyan el eco o reverberación. No son grandes inversiones y en nuestros informes de visitas, a distintos lugares, iremos destacando aquellos locales que ya han adoptado algunos sistemas para reducir el ruido. No es difícil ni caro, solo es necesario poner el acento en el confort de clientes y trabajadores. Por ejemplo, el ruido de la calle se puede reducir con una doble puerta en la entrada o cortinas en los ventanales. Interiormente, paneles absorbentes en paredes y cielo. Fieltro en las patas de sillas y mesas, etc. La zona de preparación de alimentos y bebidas también debe aislarse, de manera que los clientes no tengan que soportar el ruido de cuchillería y platos chocando contra mesones o el ruido infernal de la licuadora, permanente cuando se prepara un trago tras otro. Nuestro equipo de clientes incognitos serán los encargados de destacar los lugares con mejor o peor acústica, para que todos podamos tener una guía objetiva, al momento de elegir las opciones más adecuadas entre buena comida y sin ruido. Los invitamos a registrarse y enviarnos sus colaboraciones y sugerencias, para ayudarnos a mejorar esta página. Buscamos y te recomendamos los mejores lugares sin ruido, por supuesto con buena cocina. También te iremos informando de los lugares más ruidosos, para que sepas de antemano a que te expones. La OMS considera que los niveles de exposición al sonido de una persona no deben nunca superar los 70 decibeles, ya que el oído humano puede tolerar y asimilar ese nivel de sonido sin ser dañado de manera temporal o permanente, pero cualquier sonido por arriba de ese volumen sonoro es peligroso y posiblemente genere algún tipo de lesión a la persona, especialmente si es expuesta al sonido de manera constante. El nivel de ruido recomendado por la OMS para garantizar una buena salud y bienestar es de 60 dB. Si la exposición es superior a sobre 85 dB, ya hay riesgo de pérdida auditiva crónica. Mientras que si la exposición se repite en el tiempo y por encima de 100 dB, hay riesgo de pérdida inmediata.
Escríbenos! Email hola@comersinruido.com